martes, 12 de octubre de 2010
Recuerdos extraños
Me acuerdo que en el año nuevo de hace mucho, por ahí del 2004-2005 o algo así nos fuimos a Acapulco. Nos estábamos quedando en un condominio con no muchas casas y había una alberca para todos los vecinos. Un día hice un amigo en la alberca; no me acuerdo de su nombre, pero sí recuerdo que era gordito porque mi papá dijo: ''Inche niño gordito que arruinó mi reloj'' después de que jugamos a aguantar la respiración abajo del agua y contarnos el tiempo con el reloj dizque a prueba de agua de mi papá. No sé cómo, pero me acuerdo perfecto de esto: estábamos platicando de él y su vida acapulqueña, cuando me empezó a contar de no sé qué huracán en el que su papá se había muerto y yo así de ¡órale, no manches! hasta que me cayó el veinte de que ese huracán había sido hace como un siglo y le dije algo como: Oye, pero ese huracán fue hace mucho, tú no habías nacido. Y me dijo: Sí, pero lo que pasa es que yo soy hombre lobo. Yo al principio no le creí, pero me intentó convencer y ya para que me dejara de chingar le dije, guau, qué padre. Desde ese día ya nunca me lo volví a encontrar en la alberca, pero sí me daba vueltas en la cabeza su hombre-lobez. El día que nos íbamos a regresar vi en un coche una huella de animal en-forma-de-pie-de-lobo y casi me da el patatús. Nunca se lo había dicho a nadie, pero hace poco me acordé y no pude evitar escribir acerca de ello.
lunes, 28 de junio de 2010
Finales de mayo y principios de junio
calorcito
música de caracol a domicilio
habitantes de la isla de las muñecas
Ay
Sirena soy
Carrrrrne
La osa mayor ♥

Jovita te amo
Benji
Helado de plátano
Lovely triplets♥
....
domingo, 16 de mayo de 2010
miércoles, 5 de mayo de 2010
La mejor tarde de todas
Yo: - ¿Usted es Juan Villoro?
Él: - sí.Yo: - ¿Lo puedo abrazar?
Él: (sonríendo) - Sí.
(Abrazo)
Yo: - Leí 'El Libro Salvaje' y me encantó.
Él: - ¿Qué estudias? ¿En qué escuela estás? ¿Leíste el libro por la escuela?
Yo: - Segundo de secundaria. No, me lo regalaron.
(Llega mi papá)
Mi papá: -¿Se ponen para que les tome una foto?
Él y yo: - Sí.
(Nos ponemos para la foto)
Yo: - Gracias, adiós.Él: Adiós, mucho gusto... (o algo así)


Él: - sí.Yo: - ¿Lo puedo abrazar?
Él: (sonríendo) - Sí.
(Abrazo)
Yo: - Leí 'El Libro Salvaje' y me encantó.
Él: - ¿Qué estudias? ¿En qué escuela estás? ¿Leíste el libro por la escuela?
Yo: - Segundo de secundaria. No, me lo regalaron.
(Llega mi papá)
Mi papá: -¿Se ponen para que les tome una foto?
Él y yo: - Sí.
(Nos ponemos para la foto)
Yo: - Gracias, adiós.Él: Adiós, mucho gusto... (o algo así)



miércoles, 14 de abril de 2010
Dormir, dormir, dormir
Lo único que quiero es poder dormir bien, no despertarme a las 5 de la mañana porque tuve ''el sueño'', quiero que sea realidad y no me tenga que despertar. Quiero dormir, lo juro. QUIERO DORMIR.
lunes, 12 de abril de 2010
Tengo cosas que decir e historias que contar
Hoy estaba yo, en mi cuarto platicando con gente en el mensajero y me acordé de que tengo blog. Bueno, de hecho alguien me recordó jojo. No tengo ningún tema en especial de qué hablar pero sí tengo cosas que decir.
Cerraron El Granero y eso, la verdad, no sé cómo me hace sentir. Pasar por ahí y verlo abierto me tortura, pero verlo cerrado también. No debo pasar por ahí, pero es el camino a casa de mi papá. Es que todo empezó con una sandía, UNA PINCHE SANDÍA y está terminando así de telenovela. Hola .... (Nombre censurado). ¿Verdad que está buenísimo este queso? Telenovela, Telenovela, Telenovela. Alina se tomó una foto con la de las divinas (No Antonella). Y me acabé todas mis gomitas, otra vez. Diez azotes, por favor. M e n s a j e s i m p l í c i t o s. Lectores, perdón por poner mensajes implícitos que sólo algunas personas pueden entender, pero así funciono. Ya sé, funciono de forma muy rara... ¿funciono?, más bien no, no funciono. Los tés de esos ya no tienen fun facts porque ahora son mexicanos wawawaaa. Ésa canción da vueltas vueltas vueltas en mi cabeza y nada más no se va. Quiero que se vaya, llévensela o CÓRTENLE LA CABEZA. Jaja, me cagó la película, está horrible, pero eso sí sale en el libro original de Lewis Carrol que sí me gustó, no como la película. Bueno, creo que esto es todo por hoy, amigos. Juawuwyayahjaiajiojo
miércoles, 24 de febrero de 2010
Casi muero
Yo: ¿¡YA VIERON LO QUE ME PASÓ?!
Y en cámara lenta mi mamá dijo: VaAaaaaAAAaaammmOoooosssss aaaaaaaaL baaAAAAAaaañññoooooOo (en idioma ballena así como en Nemo)
Mi abuela: Una vez al carnicero se le fue la mano mientras cortaba la carne y se clavó el cuchillo en la panza, yo nada más vi como se le escurría el chorrito de sangre y entonces np dujp nasaa y kyodos gobiwr fe fity tyugf ssw (ALINA RÍE HISTÉRICAMENTE)
Y pues más o menos así fue como llegué a tener en la mano izquierda una férula y un kilómetro de vendas alrededor.
Era el viernes de la tardeada de San Valentín y Alina y yo nos íbamos a ir juntas. En la noche mi mamá nos iba a recoger e íbamos a tener una magnífica pijamada de mejores amigas; pero estaba (estúpidamente) intentando quitarle al aguacate su hueso con un cuchillo de los de cocina, de forma vertical, el aguacate quiso ser libre y voló... me enterré un cuchillo en la mano. Llegó al tendón, y fue así como arruiné mi San Valentín (fecha que ni me importa pero sí quería ir a la tardeada).
Primero dijimos: es una cortada, no pasa nada. Pero se me veía la grasita de la piel así que me llevaron al doctor (ah, para eso en el camino estaba Alfonso Cuarón cruzando la calle en frente de mi casa y le quería ir a contar lo que me pasó pero mi madre no me dejó)
El doctor me dijo: Noooo, pues te vamos a tener que operar para ver si no afectó al tendón, porque te puede explotar.
Y yo: pus bueno. Ya qué. Suena divertido.
Luego me pusieron anestesia y empecé a decir cosas ahí bien drogas como: Ya se me olvidó cómo hablar. La cosa con la que me corté se llama... cuchillo, ¿no? ¿o cómo? Los doctores nada más reían. Luego a media operación escuché: ¿Con el cúter? CASI MUERO.
El anestesiólogo (qué profesión) dice que decía cosas como: Tráiganme otro tequila, pero obvioooo de broma (espero), no, sí era broma.
Y pues sí. Así fue mi intento de suicidio (Jaja, not)
Y en cámara lenta mi mamá dijo: VaAaaaaAAAaaammmOoooosssss aaaaaaaaL baaAAAAAaaañññoooooOo (en idioma ballena así como en Nemo)
Mi abuela: Una vez al carnicero se le fue la mano mientras cortaba la carne y se clavó el cuchillo en la panza, yo nada más vi como se le escurría el chorrito de sangre y entonces np dujp nasaa y kyodos gobiwr fe fity tyugf ssw (ALINA RÍE HISTÉRICAMENTE)
Y pues más o menos así fue como llegué a tener en la mano izquierda una férula y un kilómetro de vendas alrededor.
Era el viernes de la tardeada de San Valentín y Alina y yo nos íbamos a ir juntas. En la noche mi mamá nos iba a recoger e íbamos a tener una magnífica pijamada de mejores amigas; pero estaba (estúpidamente) intentando quitarle al aguacate su hueso con un cuchillo de los de cocina, de forma vertical, el aguacate quiso ser libre y voló... me enterré un cuchillo en la mano. Llegó al tendón, y fue así como arruiné mi San Valentín (fecha que ni me importa pero sí quería ir a la tardeada).
Primero dijimos: es una cortada, no pasa nada. Pero se me veía la grasita de la piel así que me llevaron al doctor (ah, para eso en el camino estaba Alfonso Cuarón cruzando la calle en frente de mi casa y le quería ir a contar lo que me pasó pero mi madre no me dejó)
El doctor me dijo: Noooo, pues te vamos a tener que operar para ver si no afectó al tendón, porque te puede explotar.
Y yo: pus bueno. Ya qué. Suena divertido.
Luego me pusieron anestesia y empecé a decir cosas ahí bien drogas como: Ya se me olvidó cómo hablar. La cosa con la que me corté se llama... cuchillo, ¿no? ¿o cómo? Los doctores nada más reían. Luego a media operación escuché: ¿Con el cúter? CASI MUERO.
El anestesiólogo (qué profesión) dice que decía cosas como: Tráiganme otro tequila, pero obvioooo de broma (espero), no, sí era broma.
Y pues sí. Así fue mi intento de suicidio (Jaja, not)
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martes, 5 de enero de 2010
Y pus nos las llevamos
Era el día que nos íbamos de vacaciones a Chilpancingo con toda la familia. Como antes de salir a la escuela, todos mis amigos me dijeron que yo era un debilucho, decidí ponerme a hacer ejercicio. Gasté todos mis ahorros en comprarme unas pesas, y como ya nos íbamos a Guerrero decidí llevármelas al viaje.
Al principio mi mamá dijo que no cabían en la combi, pero la convencí de que sí iban a caber.
Puse las pesas en la banqueta de afuera de mi casa, mi maleta en la sala. Me acordé de que no había metido mi cepillo de dientes a la maleta, así que cerré la puerta y subí corriendo a mi cuarto por él. Mis hermanos ya habían hecho la maleta pero se estaban despidiendo de sus novias por teléfono y mis papás estaban empacando la comida para el camino, pero yo quería estar listo con mis cosas ya metidas en la combi antes que todos.
Iba subiendo las escaleras para llegar a mi cuarto, cuando oí un motor que se oía viejito estacionarse muy cerca de mi casa. Luego oí a un señor hablar con una mujer. Al principio no le tomé importancia, después empezaron a reír, y me dio curiosidad, entonces me asomé desde la ventana de mi cuarto que da a la calle.
Estaba un bochito negro estacionado en frente de donde dejé mis pesas. Había un señor en pants como de 40 años, que iba con una joven como de 33 años y una niña que parecía de seis o siete años.
Los tres miraban mis pesas y decían cosas, se volteaban a ver; el señor volteó a ver a la calle para ver si aparecía el dueño de las pesas, pero nadie aparecía. Yo sólo los miraba desde mi ventana. El señor abrió la puerta del coche, le dijo a la niña: Métete al hoyo,chime. La niña se metió apresurada e hizo algunas maniobras para llegar a la cajuela del bocho, mientras el hombre tomaba mis pesas y las metía al asiento trasero del coche. En cuanto vi que tomó mis pesas, corrí a las escaleras, bajé lo mas rápido que pude, pero cuando llegué a la puerta lo único que pude ver, fue un bochito negro alejándose. Lo único que pude hacer después fue echarme a llorar.
- Luis
Era un sábado casi como cualquier otro. Estábamos paseando por Coyoacán mi papá, Ale y yo. No recuerdo a donde íbamos, creo que a la casa.
íbamos en el bocho y mi papá dijo: -Miren, unas pesas. No hay nadie aquí, estas pesas son buenísimas y me sirven perfecto para los ejercicios que estoy haciendo ahorita. No hay nadie ¿y si nos las llevamos?-
Ale y yo pusimos cara de.. órale, qué loco y nos reímos.
Esperamos como un minuto o más a ver si alguien las reclamaba, pero nadie apareció. Mi papá me dijo que me subiera al hoyo, que me encantaba. Subió las pesas en el asiento donde yo iba y pus nos las llevamos. No había nadie por ahí que nos dijera nada, es como cuando te encuentras veinte pesos en la calle, pues los agarras ¿no?
Bueno, eso fue hace muucho tiempo,así que no me acuerdo a la perfección pero mi papá sigue teniendo esas pesas. El bochito negro no, por desgracia.
- Ximena
Al principio mi mamá dijo que no cabían en la combi, pero la convencí de que sí iban a caber.
Puse las pesas en la banqueta de afuera de mi casa, mi maleta en la sala. Me acordé de que no había metido mi cepillo de dientes a la maleta, así que cerré la puerta y subí corriendo a mi cuarto por él. Mis hermanos ya habían hecho la maleta pero se estaban despidiendo de sus novias por teléfono y mis papás estaban empacando la comida para el camino, pero yo quería estar listo con mis cosas ya metidas en la combi antes que todos.
Iba subiendo las escaleras para llegar a mi cuarto, cuando oí un motor que se oía viejito estacionarse muy cerca de mi casa. Luego oí a un señor hablar con una mujer. Al principio no le tomé importancia, después empezaron a reír, y me dio curiosidad, entonces me asomé desde la ventana de mi cuarto que da a la calle.
Estaba un bochito negro estacionado en frente de donde dejé mis pesas. Había un señor en pants como de 40 años, que iba con una joven como de 33 años y una niña que parecía de seis o siete años.
Los tres miraban mis pesas y decían cosas, se volteaban a ver; el señor volteó a ver a la calle para ver si aparecía el dueño de las pesas, pero nadie aparecía. Yo sólo los miraba desde mi ventana. El señor abrió la puerta del coche, le dijo a la niña: Métete al hoyo,chime. La niña se metió apresurada e hizo algunas maniobras para llegar a la cajuela del bocho, mientras el hombre tomaba mis pesas y las metía al asiento trasero del coche. En cuanto vi que tomó mis pesas, corrí a las escaleras, bajé lo mas rápido que pude, pero cuando llegué a la puerta lo único que pude ver, fue un bochito negro alejándose. Lo único que pude hacer después fue echarme a llorar.
- Luis
Era un sábado casi como cualquier otro. Estábamos paseando por Coyoacán mi papá, Ale y yo. No recuerdo a donde íbamos, creo que a la casa.
íbamos en el bocho y mi papá dijo: -Miren, unas pesas. No hay nadie aquí, estas pesas son buenísimas y me sirven perfecto para los ejercicios que estoy haciendo ahorita. No hay nadie ¿y si nos las llevamos?-
Ale y yo pusimos cara de.. órale, qué loco y nos reímos.
Esperamos como un minuto o más a ver si alguien las reclamaba, pero nadie apareció. Mi papá me dijo que me subiera al hoyo, que me encantaba. Subió las pesas en el asiento donde yo iba y pus nos las llevamos. No había nadie por ahí que nos dijera nada, es como cuando te encuentras veinte pesos en la calle, pues los agarras ¿no?
Bueno, eso fue hace muucho tiempo,así que no me acuerdo a la perfección pero mi papá sigue teniendo esas pesas. El bochito negro no, por desgracia.
- Ximena
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